Dos recientes consultas entre especialistas determinaron que la mejor película argentina de la historia es La ciénaga (2001), de Lucrecia Martel, y a nivel internacional es Jeanne Dielman 23, quai du Commerce, 1080 Bruxelles (1975), de la belga Chantal Akerman. Más allá de apoyos o críticas a esta decisión, sí es evidente la revalorización del cine hecho por mujeres.